Max Weber en su libro “La
ética protestante y el espíritu del capitalismo” estudió la relación entre la
ética protestante y su influencia en el sistema capitalista. La religión es
usualmente acompañada de rechazo a los asuntos mundanos, pero sostiene que la
reforma protestante fundamentó la búsqueda racional de riqueza. Destacó los
valores principales de la sociedad capitalista que son la ética del trabajo y la obtención
de riqueza.
Pekka Himanen
en el libro “La ética del hacker y el espíritu de la era de la información”,
estudia el espíritu reinante en la sociedad red y una nueva corriente de
pensamiento y de valores individuales que denomina “hackerismo”. Hoy, el
término “hacker” está denostado y completamente asimilado al de “cracker”, esto
es, a una persona que intenta vulnerar los sistemas de información, con
intención maliciosa o no. Pero originalmente designaba a personas cuya pasión y
“hobby” era compartir sus conocimientos sobre la incipiente tecnología
informática. La ética que subyacía en las actuaciones de estos grupos se basa
en la colaboración entre iguales
para progresar en el conocimiento y bien común, al igual que ocurre entre la
comunidad científica. Los valores predominantes del espíritu hacker son la libertad y la pasión en todos los ámbitos de la vida, de forma que la creatividad
y la colaboración están siempre presentes. “La
ética hacker del trabajo se opone al trabajo-centrismo no sólo del capitalismo,
sino también del comunismo”. Pero el hackerismo no es un sistema económico
y por tanto no se opone per-se al capitalismo, si bien revoluciona su ética de
actuación. Podemos leer en este libro que “
La sociedad red no pone en tela de juicio la ética protestante. Campando a sus
anchas, ese mismo espíritu centrado en el trabajo sigue dominando sin
problemas.[….] En este contexto más amplio, la naturaleza radical del
hackerismo consiste en su propuesta de un espíritu alternativo para la sociedad
red, un espíritu que finalmente cuestiona a la ética protestante”.
Himanen escribió este libro en el 2002. Pasada una década el espíritu
hacker se ha ampliado y difundido gracias a las redes sociales. La forma de actuar, pensar y colaborar de un
grupo reducido de “freaks” se ha extendido en la población. Se ha incrementado
la pasión por generar contenido, las ganas por aportar opinión sin sometimiento
a jerarquías. Se ha aplanado la sociedad y la autoridad es más difusa.
Todos los medios hablan de la importancia de las redes sociales en los
movimientos de los últimos años, desde el 15M a la Primavera Árabe. Yo sostengo
que las herramientas informáticas solo son un factor coadyuvante. Es la
voluntad de quien las usa lo que provoca los cambios. Por ello, creo firmemente que la ética hacker se está
abriendo paso en la sociedad y formará parte de los valores esenciales en la
construcción de nuestro futuro.
Pero por el contrario, en otros estamentos de la
sociedad como las instituciones
públicas, y el poder de facto, no ha calado esta revolución del pensamiento. El cambio hacia una sociedad hacker dónde
quien más colabora y quien más aporta obtenga más recompensa, tanto material
como a nivel de reconocimiento de la comunidad, todavía está por llegar. La
sociedad hacker es un paradigma del pensamiento ético que puede cambiar nuestra
forma de hacer y actuar.
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