La soberanía popular reside en el pueblo y tiene
derecho a intervenir en el gobierno directamente y sin intermediarios. En los
últimos tiempos han surgido distintos movimientos sociales. Cada uno tiene
reivindicaciones distintas y desde distinta óptica política, pero todos ellos
exigen que su voz sea escuchada.
El actual sistema político representativo ha
evolucionado a una partitocracia, en la que se ha instalado el beneficio
partidista por encima del interés ciudadano. Los poderes fácticos no van a
abandonar su estatus si no existe una voluntad decidida del pueblo en su contra.
Creemos que la democracia directa solo podrá
conseguirse con una iniciativa política que permita cambiar el sistema desde
dentro. Las premisas de esta iniciativa deberían ser:
·
Debe ser llevada a cabo el ámbito parlamentario, por
un partido político, ya que solo una reforma desde dentro del sistema contará
con la legitimidad para implantarlo pacíficamente.
·
El objetivo final será aprobar la estructura
legislativa del Estado, que regule el derecho y los procedimientos efectivos
para la consecución de una democracia directa y colaborativa. Esto implicará un
profundo cambio en la legislación vigente, pero también la implantación de los
sistemas y requisitos técnicos que permitan al ciudadano ejercer su derecho con
facilidad y efectividad.
·
El partido que lidere dicha iniciativa, debe tener
como objetivo UNICO el desarrollo de la estructura legislativa y técnica del
proyecto. Esto implica alejarse de ideologías políticas y con ello distanciarse
de la formas y prácticas del actual sistema. Sólo así se conseguirá el máximo
apoyo transversal de toda la sociedad, que se requiere para un cambio
estructural de esta envergadura.
·
La definición y alcance de este proyecto (el programa)
se elaborará por los ciudadanos de forma colaborativa y en red. Comenzará como
un borrador y se irá modificando conforme se añadan más participantes. De esta
forma, será un proyecto concreto con las menores ambigüedades posibles. Además,
desde el inicio será creado por el pueblo de forma consensuada.
·
Por otra parte, dicho partido debe tener fecha de
caducidad y desaparecer del parlamento, una vez implantado el proyecto. Así,
sus implicados serán ejemplarizantes y mantendrán actitudes coherentes, ya que
mostrarán su desapego al poder y una decidida voluntad de entregar el gobierno
a la ciudadanía.
·
Se aspira al máximo nivel de reforma del estado,
siempre que se cuente con el apoyo de la ciudadanía. No se excluye la necesidad
de una reforma constituyente. De esta forma se plantea que el único límite a la
democracia directa es el consenso y la participación de la sociedad.
En definitiva, el proyecto debe ser una iniciativa
política concreta, confiable, distinta y viable, para que la ciudadanía pueda
auditar y controlar de forma efectiva y directa a cualquiera de los poderes del
Estado, que deben estar a su servicio.
La ejecución del proyecto deberá atravesar diversas
fases. Durante cada una de ellas, y antes de avanzar siguientes pasos se
evaluará la viabilidad y el apoyo de la ciudadanía.
Lancé una iniciativa “Change the World” como una primera evaluación
sobre el interés del pueblo en tomar las riendas de su futuro. Puedes apoyarla aquí.
Para leer más sobre el proyecto, puedes consultar:
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