Presentación

Quiero compartir mis reflexiones e ideas sobre el futuro de la sociedad


lunes, 17 de febrero de 2014

Desclasificación


Odio que me etiqueten. O al menos, que lo hagan con una sola etiqueta. Aceptaría mejor que me asignasen una “nube de tags”. Y lo rechazo, porque considero que no se puede definir a nadie con una sola palabra. Las personas somos entes complejos, con suficientes vericuetos internos para no sentirnos cómodos con una definición inamovible. Además, una etiqueta es un estigma mental en quien la emite, y también para quien la recibe. Encasilla en una posición y perjudica al cambio y la evolución de las personas. Solo es válido para la simplificación mental a través de conceptualizar realidades complejas.

La clasificación siempre lleva a la confrontación, que en materia social desencadena la “yihad de clases”. Primero te etiquetan y luego te lanzan a la guerra santa…. Yo niego esa versión maniquea y simplista de la sociedad. La verdadera lucha, la que la ciudadanía debería hacer suya, no es la lucha de clases, sino la lucha de Desclasificación. Esto implica luchar por que la sociedad  reconozca y recompense el valor que cada persona o grupo aporta al bien de la comunidad. Pero también que las personas tengan el derecho a emprender el camino que deseen, de acuerdo a sus capacidades, para que en definitiva, puedan aprehender las riendas de su futuro. La verdadera justicia social, no es igualatoria, sino equitativa. Pero tampoco sirve la ecuanimidad, si no va ligada a la movilidad social. Es decir, la sociedad debe darse a sí misma los mecanismos para que  las personas puedan dedicarse a las actividades que deseen a lo largo de su vida. Hoy puedes querer emprender un proyecto empresarial, y mañana dedicarte a  un proyecto social. Por contra, la ciudadanía debe ser vigilante ante aquellos que consigan un estatus económico, social o laboral, para controlar que se no blinden sus privilegios. Es utópico tratar que no existan privilegios. Algunos los han conseguido con su genialidad o su esfuerzo. La injusticia deviene cuando esos privilegios se heredan o mantienen en el tiempo sin aportar valor al bien común, evitando que otros puedan mejorar sus condiciones.

Hoy día, no veo clases por la calle. Veo empresarios jodidos y otros mantenidos por el sistema; veo trabajadores precarios y otros que viven de la sopa boba; veo ricos sin clase y héroes anónimos que nos dan clases magistrales. Las circunstancias y el “poltronismo” nos han llevado aquí. Por eso, la lucha democrática es la lucha por la Desclasificación efectiva. Al César lo que es del César…..