Que no se engañe nadie, mientras los
apoltronados se ríen de la ciudadanía: El
bipartidismo no se ha terminado.
Parece que hoy, algunas crónicas
políticas de “las Andaluzas” analizan el
resultado para deducir que el bipartidismo sigue en pie. Pues claro. El
“sistema democrático” o partitocrático que rige en España es bipartidista.
Tanto la asignación de diputados por circunscripciones como la ley de Hont favorecen que el éxito
electoral recaiga en solo dos partidos mayoritarios. Dicen que para permitir la
gobernabilidad…aunque deberían decir para mantener el statu-quo de la mamandurria.
Para que el sistema cambie, los nuevos
partidos (simbolizados a día de hoy por Podemos y Ciudadanos) deben tener voluntad real de ceder
la palabra al ciudadano, mediante
consulta reiterada y proporcional. La ley electoral debe cambiar radicalmente
para que el bipartidismo y la partitocracia termine, y con ello gran parte de
los privilegios que mantiene a cierta casta política en el poder.
En los últimos tiempos, han surgido
varios modelos para desarrollar una democracia más representativa. Desde el
pragmático #Reforma13 de Daniel Ordás, con referencia
en el modelo suizo, o el basado en supuestos clásicos de García
Trevijano que expone en Teoría pura de
la República, o el sin duda más avanzado e innovador #DemocraciayPunto del Partido X.
Sin embargo, todavía no conocemos el
modelo de democracia que nos ofrecen las nuevas propuestas de Podemos o Ciudadanos. Sin saber cómo pretenden cambiar el
sistema democrático, quedan muchas dudas sobre si pretenden un cambio real, que
termine con el bipartidismo y dé voz a la gente, o realmente quieren copar el
espacio de poder que ahora tiene el PPSOE.
Ya no nos sirven solo buenos deseos. Para
que consigan nuestra confianza, queremos conocer detalles del proyecto que van
a emprender.